Tumbado sobre la hierba, bajo la sombra de los álamos, cerré los ojos. La tenue luz que penetraba entre las hojas cuando la brisa las agitaba dibujaba formas en mis párpados. Esas abstractas figuras se adueñaron de mi mente, de tal modo que no recuerdo en qué momento dejé de estar tumbado y empecé a volar.
A pesar de no ser considerado como un árbol autóctono en la Península Ibérica (sólo desde el norte al Valle del Ebro), el Populus nigra (álamo negro) es un árbol bastante habitual en todas las provincias. Sus formaciones, la mayoría de ellas "artificiales", esas maravillosas alamedas, son lugares estupendos para pasear o simplemente sentarse a escuchar sus sonidos o contemplar su misterioso juego de luces.
Es un árbol de hasta 30 m de alto, porte variable: abierto o columnares (en este caso se trata de Populus nigra var italica, el chopo lombardo). Corteza grisácea y lisa, al ser joven, producen muchos rebrotes desde el tronco, a veces con abultamientos.
Hojas con peciolo largo, algo aplanado, estípulas caedizas, limbo romobidal con borde dentado, sin pelo, sin diferencia de color entre haz y envés (característico), sin glándulas en la base del limbo.
Amentos poco pelosos, los amentos ♂ con anteras púrpuras. Sus yemas y ramas jóvenes son algo pringosas, crecen muy deprisa (1 m/año), poco longevo.
Brota bien de cepa, algo de raíz, madera de mediana calidad, utilizado en jardinería. Tolera más el frío que Populus alba, en el mismo tipo de suelos (húmedos).
Distribución: como ya hemos comentado, está en todas las provincias, autóctona desde el norte hasta el Valle del Ebro. En el resto, ha sido plantado. Sube hasta los 1500 m de altitud.
Como bien has dicho, maravilloso juego de luces. Doy fe. Sobre todo al atardecer
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